Permite una fácil colocación del concreto, especialmente en sitios de difícil acceso, estructuras esbeltas y grandes volúmenes, en muy cortos periodos de tiempo.
El uso de tuberías y accesorios por tramos permite el acceso a los lugares más difíciles.
El flujo del concreto a las estructuras es continuo y puede ser regulado a voluntad.
En la actualidad distancias horizontales de 100 metros y verticales de 60 son de uso cotidiano.
Permite la optimización en los costos de colocación.